jueves, diciembre 11

Nuestra fiesta de fin de cursos

Nos ponemos en el lugar de los niños y pensamos como nos gustaría festejar la culminación del proceso que hemos compartido dentro del Jardín, creemos que para ellos lo importante es que ese día sea "su fiesta", ellos sean los protagonistas del disfrute y regocijo por el año transcurrido
La manera de hacerlo es abriendo las puertas, "mostrando" el modo de aprender de los más pequeños, organizamos una gran Ludoteca. Entonces grandes y chicos juegan, se divierten, crean, comparten una tarde inolvidable y vuelven a sus hogares con la sensación de que una etapa ha culminado armoniosamente.
Nuestra fiesta es un lugar pensado para el encuentro humano, no favorecemos la exposición de los niños a través de bailes ensayados una y mil veces, sabemos que lo habitual son fiestas donde los niños realizan representaciones para los adultos, con cargados disfraces, sabemos lo que se genera alrededor de esto, maestras y padres nerviosos esperando que todo salga como estaba previsto, también es común realizar un "ensayo general" de la fiesta, dejando fuera a la iniciativa e improvisación.
"¿Y los niños, qué? Algunos niños disfrutan muchisimo. Otros viven un estrés inimaginable para los adultos....otros lloran en el peor momento. Otros se quedan duros en el escenario, aterrorizados por las luces y muertos de calor bajo el traje de arbolito. Algunos se niegan rotundamente a subir al escenario, entre las explicaciones amables de la maestra y el pedido suplicante de la mamá, que prefiere no defraudar al papá que espera con la filmadora encendida...." (Laura Gutman: La Maternidad y el encuentro con la propia sombra)
Por todo esto fue que un día decidimos festejar desde otro lugar, la idea no solo es bienvenida por todos sino que además nos muestra que hay formas diferentes de vivir la infancia.