La sala butiá se transformó en un verdadero campamento..
Dimos vuelta las mesas y se convirtieron en una carpa, con ollas y utensilios de cocina armamos el fogón para cocinar lo que otros amigos habían pescado.
Se sumo la guitarra a la celebración y nuestra imaginación voló y voló.
Un palo y una piola, se transformaron en una caña de pescar
Marcos y Victoria pescando para la cena
Ahora se sumó Joaquín!!
Preparando la comida
Los niños que tienen espacios de experimentación y juego, desarrollan no solo habilidades sociales, también fortalecen su autoestima relacionándose con los demás, integran palabras nuevas a su vocabulario, incorporan valores, vivencian diferentes roles, etc....en fin se enriquecen como personas.
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